Rock de secano

Artículo escrito por Mikel Arzak
el 8 de septiembre de 2013

Si ayer contábamos que la lluvia fue la protagonista de la primera jornada del Kutxa Kultur Festibala, ayer se cerró su tercera edición sin ella y con un giro en estilo que no caló tanto en el público como en la jornada inaugural. Las entradas se agotaron para que una numerosa muchedumbre danzara bajo una intensa lluvia gracias a grupos como Delorean o Crystal Fighters. Ayer cogió el turno directos más rockeros en una tarde-noche con altibajos. Al margen de vaivenes musicales, estamos ante la confirmación de Kutxa Kultur Festibala como un Festival muy especial. Es un gran Festival, en un lugar único, y lo que es más importante, una fantástica respuesta por parte del público. Se dijo en la anterior edición que el Festi de Igeldo tuvo éxito gracias a un sol radiante. Este año esa afirmación ha sido pulverizada. En San Sebastián se cuida y se disfruta de la cultura en general y la música en particular. A ver si se enteran los agoreros.

El excelente Rock con tintes americanos de Audience amenizó el arranque de la tarde en el escenario principal. Interpretaron con gran profesionalidad temas propios y ajenos, estrenando algunos temas que acaban de grabar en Nueva York y que aparecerá en un nuevo disco. Son de la tierra, pero si te olvidas de eso, parecen sacados de una remota tierra norteamericana. Ritmos rockeros puramente americanos con su líder a la guitarra, armónica, y teclados. Si lo unimos a una gran voz, tenemos a un grupo que da gusto escuchar. En esos momentos el cielo amenazaba lluvia, pero la cosa no fue más allá.

Crocodiles venían con un buen marchamo, prometiendo grandes cosas. Pero su actuación se quedó en un quiero pero no puedo. Mucho ruido, en forma de excesivos guitarreos sin mucho sentido, y pocas nueces, en forma de escasa voz de su líder. Fue tan descafeinada su actuación y dejó tan pobre impresión, que el público no pidió bises.

Built to Spill subieron mucho el nivel. Tras esperar a que todos los monitores estuvieran bien nivelados. el grupo liderado por un barbudo, ofreció un notable concierto de Rock con momentos muy buenos, de gran nivel. Melodías Rock saludables para el oído y una buena voz de su cantante convirtieron el show de Built to Spill en una de las sorpresas de la tarde en el monte Igeldo.

Fotografía cortesía de Juan G. Andrés

Fotografía cortesía de Juan G. Andrés

Dover regresaba a la ciudad tras haber actuado en acústico y en plan familiar hace unos meses en el Bukowski del barrio de Egia. La banda madrileña ha mutado en su historia varias veces hacia estilos que sus seguidores nunca han entendido. Tras esos devaneos decidieron hace un tiempo regresar a ritmos originales y presentar su obra cumbre Devil Came to Me. Así, con aspecto saneado y nuevo look, ofrecieron un potente directo en el que incluyeron temas del disco hito y otros de aquella época. Sus seguidores, a cientos, los siguieron con devoción, y el resto, alucinaron con su estilo de sus orígenes. La banda sabía de esa problemática y lo explicaron convenientemente. Y es que así era Dover en sus orígenes, en aquellos 90 en los que soñaban con telonear a grupos como Dinosaur Jr. Y ayer, emocionados, vieron su sueño cumplído.

El escenario Parque fue otra de las sorpresas de la tarde-noche rockera con los directos de Lou Topet y, sobre todo, Bobby Bare Jr (que ya dejó un gran sabor de boca en una edición de San Miguel DonostiKluba), quien cerró la noche con un directo maravilloso, junto a dos barbudos acompañantes a los teclados y la batería, en el que se convirtió, seguramente, en el concierto del día. A eso se le llama Rock americano del bueno. Sí señor.

Dinosaur Jr cerraron jornada con un potente concierto de Rock intenso con tintes Pop. Con un look muy heavy (los miembros de la banda y esos grandes amplificadores Marshall), los melenudos dinosaurios que tuvieron gran éxito en los 80 y 90, ofrecieron un concierto sin fisuras ante una importante audiencia.

Kutxa Kulur Festibala vivió una historia diferente a su anterior edición. Si hace un año se agotó papel en su jornada de cierre, en la presente agotó taquillaje en la de apertura. Parece que el año pasado el cartel era algo más homogéneo. En este estaba claramente diferenciado el cartel entre ambas jornadas. Y viendo la respuesta del público, el Dance ganó al Rock. No repetiremos eso de que el Festival del monte Igeldo tiene un sabor especial. Pero es así. Y esperaremos con ganas a la próxima edición.

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