Se colgó el cartel ‘no hay entradas’ en el concierto de ayer en la sala del CC Intxaurrondo. El responsable de tal éxito fue Iván Ferreiro, ex-Piratas, y que ayer se presentó con banda para ofrecer un serio concierto, riguroso de principio a fin. Acostumbrados a verlo en solitario o acompañado por Leiva, ayer gustó sobremanera verlo junto a cinco excelentes músicos, comandados por Amaro Ferreiro, hermano del cantante y su mano derecha artísticamente hablando. Al hermanísimo le acompañaron Emilio Saiz, también a la guitarra, Pablo Novoa a los teclados, Xavi Molero a la batería, y el bajo Ricky Falkner, quien cumplía años y al que el público cantó el Zorionak.
Comenzaron despistando al personal con Turnedo y Abrázame, canción original de Julio Iglesias. Tal curioso arranque sirvió para que descubriéramos que aquello iba a sonar muy bien, con todas las texturas, muy alejado de sus conciertos intimistas con el público sentado. Iván aclaró entonces que iban a presentar su nuevo disco Val Miñor-Madrid. Historia y Cronología del Mundo durante un cuidado concierto de dos horas. Y así fue. Dos horas para desgranar su nuevo trabajo y rescatar éxitos que, como siempre, esperan sus seguidores que llenaban la sala. Tras el curioso prólogo, Iván y los suyos iniciaron el concierto con el binomio El Bosón de Higgs y Pájaro azul, que sirve también para comenzar su nuevo disco. Todo era elegante en el concierto. Muy apuestos, sobre todo Ferreiro, totalmente trajeado, y con una puesta en escena sobria, la banda sonaba totalmente sincronizada, perfecta. Parece que el único que desentonaba era el propio Iván, quien aseguró que entraba tarde en las estrofas.
Sonó Bambi Ramone, buque insignia de Val Miñor-Madrid, y cuyo significado nunca lo ha sabido Ferreiro, aunque le insistiera a su hermano, autor de la canción. Durante el set principal alternaron su más reciente trabajo con anteriores temas. Se pudieron escuchar Inerte, de Los Piratas, Chainatown, Jet lag / Tristeza, Alien vs Predator, y un largo etcétera, hasta cerrar con Twin Peaks. En un primer bis cayeron Me Toca Tirar, El Fin de la Eternidad, El Viaje de Chihiro, o Solaris.
En el segundo bis volvimos a ver la versión en solitario de Iván Ferreiro al piano. Después de proponer tres temas ajenos, el público eligió Vidas Cruzadas de Quique González, al que continuaron Promesas que no Valen Nada / Insurrección, El Equilibrio es Imposible, y ya con banda Una Inquietud Persigue mi Alma, El Dormilón, y Mi Furia Paranoica.
Iván Ferreiro y los suyos se despidieron ovacionados por una muchedumbre que disfrutó con unas canciones que, según el cantante, las pertenecientes a su último trabajo tienen un toque más luminoso. De aquella manera, claro.